6 de enero de 2012

Aarón de la Cuadra: Toda una vida ligada al atletismo por Fernando Belda en la revista Planeta Running

Aaron de la Cuadra a la izquierda el pasado mes de Octubre en Novés

“Siempre he querido vivir del atletismo”. Desde muy pequeñito, Aarón de la Cuadra lo ha tenido claro; su deseo siempre fue dedicarse al deporte que le enganchó de manera obsesiva con apenas 10 años. Tras quedarse cerca del profesionalismo como mediofondista (llegó a ser finalista en un Campeonato de España de 1.500), triunfa en la actualidad con una empresa de servicios (Evedeport) que se dedica, entre otras cosas, a organizar carreras populares. Igual no ha sido de la manera que imaginó cuando era un chaval pero, sin duda, ha acabado por cumplir su deseo. Esta es la historia de su vida, siempre ligada al mundo del atletismo.

Esta es la entrada de la revista Planeta Running, en la cual Fernando Belda entrevista a Aarón de la Cuadra Velasco, ex atleta y ahora empresario. Es la siguiente:

Más de 20 de sus 32 años de vida los ha pasado estrechamente ligado al mundo del atletismo. “Desde muy pequeñito, con 10-11 años, he sido un forofo de las revistas de atletismo; me compraba Atletismo Español, Corriciolari y Sprinter. A  día de hoy aún las tengo guardadas”, recuerda. Lo más sorprendente es que no existen antecedentes “atléticos” en su familia que expliquen su temprana pasión por este deporte. Simplemente, como él mismo reconoce,  “me enganchó en plan obsesivo”. Como ejemplo, recuerda un concurso que hicieron en la revista Atletismo Español en el que había que adivinar la Selección que iba a convocar Luis Miguel Landa para un campeonato, desde categoría junior hasta sénior. Los acertó todos, llevándose como premio un lote de ropa Mito. “Me grababa todos los crosses que daban en televisión, y los veía de nuevo, una y otra vez, a la semana siguiente –recuerda-. Llegué a conocerme a todos los atletas por su forma de correr. Por aquel entonces, el atletismo era mi mundo”.

Aarón empezó a correr siendo un niño, en el colegio: “Teníamos un profesor que nos animaba a participar en carreras, y como yo no era buen estudiante y me gustaba correr, me apuntaba. Al principio era como un juego para mí”. Con 11 años ingresa en el Club Adat de Talavera, donde permanecería hasta la categoría cadete (14-15 años). Entonces competía en campeonatos provinciales, y empezó a lograr sus primeros triunfos. Con 12 años ya fue campeón provincial de lanzamiento de peso y corrió la final de 1.000 metros.  En sus años de alevín, infantil y cadete siempre estuvo entre los tres primeros de su provincia en 1.000 y 3.000 metros.
  Entre los 16 y los 18 años vivió una época de cierto estancamiento. Entrenaba y entrenaba, cada vez más, pero no llegaban los resultados esperados. Entonces, con 18 años, toma una decisión que cambiaría su carrera deportiva: irse a vivir a Toledo y empezar a trabajar con Martín Velasco, quien fuera entrenador, entre otros, de José Luis González, Antonio Serrano, Ricardo Ortega o Roberto Parra en sus mejores años.  “Ese cambio resultó fundamental para mí, y me supuso ver el atletismo de manera profesional –comenta Aaron-. Mucha gente le conoce como Martín el Mago, y algo de eso tiene. Pasé a correr muchísimo más rápido entrenando menos. Él te da confianza y te transmite la importancia de descansar y llevar los cuidados necesarios para que el entrenamiento dé sus frutos; sabe lo que tu cuerpo necesita para dar el 100%”. Trasladarse a vivir sólo a Toledo fue un cambio radical en su vida, y una apuesta arriesgada. “Me fui con el dinero que había ganado ese verano en distintas carreras populares. Sabía que en el momento en que se me acabara me tendría que volver –recuerda-. Busqué un trabajo de media jornada de reponedor en un supermercado. Trabajaba 3-4 horas por la mañana temprano y el resto del día lo tenía para entrenar y descansar”.
Decide centrarse en el 1.500, y rápidamente llega una mejora significativa en sus tiempos, pasando en pocos meses de correr la distancia en 3:58 a hacerlo en 3:50.  A partir de aquí, vivió cinco años de continua mejora en los que experimentó en sus piernas la dureza y las bondades del entrenamiento toledano, con continuas carreras por los bosques y pinares de Toledo, subidas y bajadas de cuestas, etc. Eran entrenamientos de mucha calidad, como él mismo nos recuerda: “He llegado a rodar 20 kms por debajo de 3:20/km por los valles de Toledo, y terminar después con un mil a 2:32”. En esos años ganó el Cross corto de Sonseca, la San Silvestre de Talavera, fue tercero en la San Silvestre de Toledo, ganó el Medio Maratón de Toledo con 1h09´... Además, era un habitual en los mítines nacionales. Tenía manager (Juan Pedro Pineda), y el Ayuntamiento de Talavera le tenía becado. Entre unas cosas y otras, ganaba lo suficiente para vivir del atletismo.
Aarón defendiendo los colores de la Real Socidad de San Sebastián en la Milla del Polígono con el dorsal 79 y pelo blanco. (foto: Ricardo de Eurofoto2)
Finalista del Campeonato de España de 1.500

Durante tres años consecutivos no faltó a la cita con el Campeonato de España, primero en la categoría Promesa y después en la Absoluta. Y así llegó el mes de julio de 2002 en el que vive el momento culminante de su carrera como atleta: la final del 1.500 del Campeonato de España Absoluto que se celebró en Sevilla. El reto se presentaba complicado, y más corriendo una semifinal en la que estaban Juan Carlos Esteso, Javi Alves, Xavier Areny, Javi Moro, Txomin Martín… “todo gente de 3:38-3:40”, añade Aarón. “Pero aquella carrera fue un suicidio –recuerda-. Corrimos la segunda serie y Javi Alves y yo hablamos de salir a tope; pasamos el mil a 2:27. Nos pillaron y superaron faltando 350 metros; pensé que estaba todo perdido pero, a falta de 250 metros, me sentí muy fuerte, remonté y acabé cuarto (3:47), clasificándome por tiempos”.  En la final poco pudo hacer (“me dolían mucho las piernas y me pudo la presión”), pero poco importaba ya; para él el éxito era estar presente en aquella carrera junto a Higuero, los hermanos Esteso, Miguel Ángel Penas, Areny, Javier Moro…
Y cuando estaba más cerca de la élite toma otra decisión que marcaría igualmente su carrera deportiva. Buscando una mayor estabilidad económica, empieza a trabajar en una tienda de Deportes en Talavera. Le llegó la oportunidad de tener un trabajo que le gustaba (siempre ha tenido vocación comercial) y unos ingresos fijos, y decide aceptar la oferta.  “Me equivoqué porque pensé que podría mantener el mismo nivel sin necesidad de estar en Toledo; pensaba que podía trabajar en Talavera y luego entrenar igual, siguiendo la planificación que me hiciera Martín Velasco –explica-. Pero vi que no era lo mismo. Entonces no valoraba lo que era el trabajo diario con él”. Trabajando, cada vez le resultaba más difícil hacer entrenamientos de calidad y, sobre todo, cuidarse y descansar como necesita un atleta profesional. Así, su cuerpo empezó a resentirse en forma de bajón en su rendimiento deportivo y, por primera vez en su carrera, alguna lesión.  Siguió corriendo populares y ganando carreras, pero pronto se dio cuenta que su nivel se alejaba inexorablemente del de la élite. “Cada vez me resultaba más difícil correr rápido –recuerda-. Todas esas circunstancias consiguieron que aparcase mi gran sueño, que era vivir del atletismo”.

Después, vendrían varios intentos por volver a competir a un nivel importante; el último hace tan sólo tres años. En pocos meses de duro entrenamiento, estaba haciendo miles en 2 minutos treinta y pocos segundos. “Iba a volver otra vez y me preparé para ello. Corrí una popular, fui delante con los marroquíes casi toda la carrera, pero sufrí una rotura de isquios. Después de todo el esfuerzo que hice por ponerme a punto, me rompí justo cuando iba a empezar a competir, así que dije: se acabó”, recuerda Aaron. Hace cinco años, en la San Silvestre de Talavera fue segundo con un tiempo de 29:52; hace tres, antes de romperse, hacía un 10.000 en entrenamientos en 31 minutos. “A veces me pregunto qué habría pasado con mi carrera como atleta de haber seguido entrenando en Toledo con Martín Velasco”.
Entrando como vencedor de la Milla (foto: Ricardo de Eurofoto2)
Evedeport
 
Ya nunca podrá saber hasta dónde podría haber llegado su carrera como atleta, pero lo que sí sabemos, con el paso del tiempo, es que de una u otra forma ha conseguido su objetivo de vivir del atletismo, su auténtica pasión, gracias a Evedeport, la empresa que creó hace tres años, y que ofrece una gran variedad de servicios, muchos de ellos relacionados con el atletismo. Hasta 2007, estuvo trabajando en varias tiendas de deporte. Después, le llamaron para trabajar para una nueva marca de ropa deportiva. “Sabían todos los contactos que tenía y me ofrecieron trabajar con ellos de comercial. En un año me di cuenta que yo vendía mucho y que el dinero no era para mí. Por eso decidí montar mi propia empresa, porque me gustaba este mundo y tenía todos los conocimientos y los contactos para hacerlo”, explica.
Así, en marzo de 2009 nace Evedeport, empresa que ofrece todo tipo de servicios relacionados con eventos deportivos: organizan carreras y otras pruebas deportivas, venden material a clubes y escuelas de atletismo, ofrecen a los organizadores servicios de cartelería, cronometraje, dorsales, hinchables o arcos publicitarios, hacen estampación de camisetas y vinilos, tienen escuelas deportivas, organizan campamentos para niños y actividades de ocio de todo tipo, ofrecen regalos publicitarios personalizados, etc. Además, son distribuidores de la marca Kelme y tienen una tienda-almacén en Calera de Chozas (Toledo), localidad de residencia de Aaron.
 “Empezamos vendiendo camisetas técnicas y material deportivo, y de manera puntual organizábamos algún evento deportivo, pero ahora este aspecto es el que más volumen de negocio nos genera –explica Aaron-.  En 2009 organizamos 4-5 pruebas deportivas, y en 2011 han sido cerca de 20, además de ofrecer servicios puntuales en otras carreras”. Todos sus años como atleta y su trabajo en tiendas deportivas le generaron una infinidad de contactos que tanto le han servido después para su faceta empresarial. “Tenemos relación con empresas de todo tipo en el mundo de las carreras populares, por lo que podemos ofrecer un servicio integral a los organizadores o a las instituciones que quieren organizar alguna prueba –explica-. Nosotros montamos la infraestructura, pero también tenemos todo el material y los servicios que se necesitan para montar una carrera (arcos de meta, hinchables, camisetas, dorsales, cronometraje…), así que nosotros nos encargamos de todo”, comenta.     
Recuerda Aaron que el gusanillo de organizar eventos deportivos le viene desde muy pequeño. De hecho, organizó su primera carrera con 15 años y 15.000 pesetas: “En el Instituto donde estudiaba, el Profesor de Educación Física y el Director hablaron de hacer una carrera; yo me ofrecí a organizarla y me dieron ese presupuesto. Gestioné con la Policía y la Guardia Civil los permisos para que cortasen la Avenida para la carrera; me fui a una tienda de deportes y les pedí una pancarta de meta; compré un regalo para todo el mundo; hice los dorsales, etc. Era la Milla del Instituto Gabriel Alonso Herrera, en Talavera, que por cierto todavía se sigue celebrando”. Reconoce que cuando empezó con Evedeport hace tres años, no pensaba estar donde está ahora, “aunque todavía no he llegado al objetivo que tengo, que es montar una empresa nacional de eventos de gran tamaño, con múltiples áreas de negocio: Eventos Deportivos, Eventos Musicales, Venta de Material Deportivo y Publicidad”.   
Echando la vista atrás, reconoce que, de poder reescribir la historia, quizá hubiese intentado aguantar un pelín más en la élite, “aunque no me arrepiento en absoluto de cómo se ha desarrollado mi vida y donde ha desembocado.  Al fin y al cabo, todo lo que viví como atleta, me está sirviendo ahora en mi faceta empresarial”.  Mientras tanto, centrado al cien por cien en Evedeport, ha retomado de nuevo los entrenamientos que había dejando abandonados en los últimos años.  “Ahora estoy rodando unos cuatro días a la semana y me he quitado algunos kilos. Estoy entrenando a niñas de categoría infantil que corren entre 3:05 y 3:07 el mil, y eso me obliga a ponerme en forma”. Ambicioso como siempre, su objetivo es volver a dar guerra en las carreras populares en los próximos meses: “Soy competitivo al máximo; yo no puedo ponerme un dorsal y salir a rodar a una carrera; eso no me motiva –explica-. Si corro es para dar el máximo y llegar “muerto”, aunque sea en el puesto 100, pero llegar “muerto” porque no he podido dar más. Cuando vea que estoy para dar guerra y disfrutar, participaré en alguna carrera, con la idea de hacer 32-33 minutos en un 10.000”.  
En la inauguración de la pista de atletismo de la Academia de Infantería, Aarón consiguió la mejor marca de la reunión, por lo que le fue entregada esta medalla. (foto: atletismo toledano)

FICHA TÉCNICA
Nombre: Aarón de la Cuadra Velasco
Edad: 32 años
Palmarés como atleta. Mejores marcas: 1: 53 (800 m); 3:47 (1.500 pista cubierta); 8:18 (3.000); 14.44 (5.000) y 1:09:52 (media maratón)

Profesión: Director de Evedeport, empresa ubicada en Calera y Chozas (Toledo). www.evedeport.es